lunes, 19 de marzo de 2012

19 de marzo: día de San José

José de Nazaret fue, según la religión cristiana, el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret y, por tanto, padre terrenal de Jesús. Era de oficio carpintero, profesión que enseñó a su hijo y  de extracción humilde, aunque las genealogías de Mateo 1, 1-17 y Lucas 3, 23-38, lo presentan como descendiente del Rey David. Se ignora la fecha de su muerte. Se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años pero antes del inicio de su predicación. En efecto, el Evangelio de Lucas menciona a los padres de Jesús cuando éste ya cuenta con 12 años (Lucas 2, 41-50), pero no se menciona a José de Nazaret en los Evangelios canónicos durante el ministerio público de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que éste tuviera lugar.
El evangelio de Mateo 1,18-24 muestra parte del drama que vivió José de Nazaret al saber que María estaba embarazada. Iba a repudiarla, en secreto porque era justo, porque no quería que fuera apedreada según lo dispuesto en la Ley. (Deuteronomio 22, 21). El Ángel del Señor le manifiesta que ella concibió por obra del Espíritu Santo y que su hijo salvará a su pueblo, por lo que José acepta a María.
Luego, cuando Herodes el Grande ordena matar a los niños menores de dos años de Belén y de toda la comarca, José toma al Niño Jesús y a su madre y huye a Egipto (Mateo 2, 13-18). Al morir Herodes, José regresa con el niño y su madre, pero no se establece en Judea por miedo a Arquelao, el hijo de Herodes el Grande, y decide retirarse con su familia a Nazaret (Mateo 2, 19-23), lugar que, según recientes descubrimientos arqueológicos, era entonces una pequeña aldea con casas muy humildes adyacentes a cuevas rocosas y donde antes vivía María, según Lucas 1, 26-32.
Según la tradición José nació en Belén. Los padres de José eran Santiago y Santa Juana. Santiago (cuyo nombre original es Jacob) era natural de Belén. Sus padres eran Mathan y Estha. Su genealogía es la del Evangelio de San Mateo. Santa Juana (cuyo nombre original es Abdit), llamada por algunos Abigail, era de Belén. Sus padres eran Eleazar y Abdit.
Además, José tenía un primo hermano, de nombre Cleofás, que fue padre de Santiago el Menor, José Barsabás, Simón El Celote, Judas Tadeo, Lidia y Lisia (todo ellos fueron conocidos como hermanos de Jesús, aunque en realidad eran sus primos segundos).
José muere poco antes de que Jesús iniciara su vida pública. Muchos teólogos sostienen que José subió al cielo en cuerpo y alma; incluso algunos sostienen que José fue inmaculado desde su concepción.
Por la fidelidad a su esposa, con la que según la Iglesia católica consumó el matrimonio manteniéndose casto, debido a que María estaba profundamente entregada al amor de su padre divino (aún siendo verdadero esposo virginal), San José recibió el don divino de la paternidad, de ahí su dignidad y santidad. San José fue declarado patrono de la familia. Es por antonomasia el patrono de la buena muerte, atribuyéndosele el haber muerto en brazos de Jesús y de María.
El Papa Pío IX lo proclamó patrono de la Iglesia universal en 1870. Debido a su trabajo de carpintero es considerado patrono del trabajo, especialmente de los obreros, por dictamen de Pío XII en 1955, que quiso darle connotación cristiana a la efeméride del Día internacional de los trabajadores.
La Iglesia católica lo ha declarado también protector contra la duda y el Papa Benedicto XV lo declaró además patrono contra el comunismo y la relajación moral. En 1989 el papa Juan Pablo II le dedicó una exhortación apostólica: "Redemptoris Custos". Ha sido proclamado patrono de América, China, Canadá, Corea, México, Austria, Bélgica, Bohemia, Croacia, Perú, Vietnam.
Oración a San José prescrita por León XIII:
“A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra Santísima esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades. Proteged, prudentísimo custodio de la Sagrada Familia, al linaje escogido de Jesucristo; preservadnos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción; sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, oh, poderosísimo Protector nuestro! en el combate que al presente libramos con el poder de las tinieblas, y del mismo modo que en otra ocasión librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios de las asechanzas del enemigo y de toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros, con vuestro perpetuo patrocinio, a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos y sostenidos con vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente, y obtener la felicidad eterna del cielo. Amén”.
Fuente: wikipeida.org
Editado por Antonio
Administrador del blog
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