Navidad eres tú, cuando decides
nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad
eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los
adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu
vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.
Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás
con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres
tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La
estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el
Señor. Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar
a quien. La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de
ti. El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo
ser humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus
manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la
paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de
esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando
humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo
sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura,
en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.
Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.
Editado por
Antonio
Administrador del
blog
CON JESÚS EN MI
VIDA
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