viernes, 18 de junio de 2010

Jóvenes poseidos por jugar con la tabla ouija

Padres de familia y profesores del colegio Técnico Agropecuario Guillermo Patrón, de la vereda las Llanadas del municipio de Corozal en Sucre (norte de Colombia), han manifestado su preocupación acerca de sucesos poco habituales que han presentado tres estudiantes del plantel, luego de practicar la tabla ouija (jugar a la copita) hace cerca de dos meses.
Según José Romero Torres, padre de una de las jóvenes, la situación es preocupante: "le hemos realizado exámenes médicos y no aparece nada. Antes se desmayaban y perdían el conocimiento; el viernes una de ellas empezó a hablar de manera gutural". El parte médico presenta que la joven tiene psicosis y nervios. Ante los hechos las directivas del plantel educativo convocaron a una reunión extraordinaria para tratar el caso.
En el instituto educativo las estudiantes no quieren hablar del tema. "Sentimos temor de que a nosotros nos pueda pasar lo mismo", señala una de las alumnas del colegio. En Colombia ya son varios casos como éste los que se han presentado. El pasado mes de mayo al Hospital Rafael Gutiérrez, del municipio del Valle de San Juan, en el centro del Tolima, fueron trasladadas seis menores entre los diez y catorce años, quienes jugaron con la tabla ouija en la vereda Buenavista de la población.
Las niñas fueron valoradas por los médicos del centro asistencial, los cuales descartaron problemas físicos. Sin embargo, sí encontraron trastornos mentales y psicológicos, según lo indicó Maritza Guzmán, psicóloga de la entidad.
El padre Gabriele Amorth, exorcista de la diócesis de Roma, nació en Modena, el 1 de mayo de 1925. Sacerdote católico italiano, fundó la Asociación Internacional de Exorcistas en 1990 y fue su presidente de honor hasta el año 2000. En una entrevista para el semanario L'Espresso, el padre Amorth, llamado por algunos el mayor exorcista de los últimos tiempos, declaró que "la propagación del satanismo en la cultura actual, ha influido de tal manera en los adolescentes, que los incita a realizar actos y rituales de hechicería". "La principal victoria de demonio es la de hacer creer que no existe. Es el tentador desde el principio. Hace de todo para que el hombre peque y cada vez que se realiza el mal, él está detrás, dejando en claro que es el hombre quien decide libremente sus actos. Pero también existe una acción extraordinaria del maligno: y ésta es la posesión diabólica", manifestó el religioso.
El padre Amorth afirma haber realizado más de 70.000 exorcismos y dice que en muchos casos uno de los principales vínculos que facilitan la posesión demoníaca es la tabla ouija o la copita. Declaró al diario "Il Foglio" el 28 de febrero pasado que la mayor parte de las personas poseídas por el demonio lo son después de haber participado en "misas negras" o en ritos satánicos. Y es que son cientos de personas las que -a pesar de su avanzada edad- recibe el P. Gabriele por año, pidiendo una ayuda. Entretanto, de todas ellas, son pocas las verdaderamente poseídas.
En declaraciones recogidas por el diario español "La Razón" el presbítero declaraba que "a los que vienen a verme les aconsejo que primero vayan al médico o al psicólogo. En la mayoría de los casos hay una base física o psicológica para explicar sus sufrimientos." Entretanto, hay algunos con los que la ciencia humana no consigue hacer nada, pues el origen de sus males no es natural. Y allí se torna patente la contradicción. Cuenta el P. Amorth que algunas personas se le presentan de forma espontánea para ser auxiliadas; pero en determinado momento una "presencia" extraña hace de todo para obstaculizar la acción del sacerdote.
Para reconocer si una persona está verdaderamente poseída, el Padre recurre frecuentemente al agua bendita. Recuerda él un caso de una señora de la que dudaba sobre su real situación: "Le ofrecí a beber agua común; me agradeció y bebió. Minutos después le brindé otro vaso, con agua bendita. La bebió, pero en esta ocasión su aspecto de golpe cambió: de nena asustada a persona en cólera. Pronunciando las palabras con timbre de voz bajo y fuerte, como si un hombre hablase de dentro de ella, me dijo: ‘Te crees astuto, padre' ". Iniciamos después las oraciones del exorcismo y solo una hora después, completado el rito, tuvo lugar la liberación en la iglesia", narró el presbítero.
Editado por Antonio
Adminstrrador del blog
CON JESÚS EN MI VIDA

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