miércoles, 31 de marzo de 2010

La entrega de Jesús en la cruz

¿Qué sentido tiene la entrega de Jesús? ¿Para qué tanto sufrimiento? San Pablo nos da una pista en 1 Cor 15,3: “Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura”. Hacía falta reconciliarnos con Dios, reparar tantas ofensas. Los dolores que padeció Jesús nos correspondían a nosotros, y Él se ofreció en lugar nuestro. Como si hubiera dicho en el Huerto: “Papá, cobrame a mí”.
¿Qué conciencia tenemos de lo que significa el pecado y la falta de amor, que nos afean y destruyen, que malogran el Plan de Dios? Isaías sigue meditando con nosotros en Is 53,1-12: “¿Quién creyó lo que hemos oído y a quién se le reveló el brazo del Señor? Él creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos. Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero Él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre Él y por sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre Él las iniquidades de todos nosotros. Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, Él no abría su boca. Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte?
Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo. Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca. El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de Él. A causa de tantas fatigas, Él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos. Por eso le daré una parte entre los grandes y repartirá el botín junto con los poderosos. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los culpables, siendo así que llevaba el pecado de muchos e intercedía en favor de los culpables.”
Revisemos nuestra vida de creyentes, de discípulos… A Jesús yo le costé su vida. Me compró en mi bautismo. Me rescató con su propia sangre. ¿Con qué cuenta Jesús de mi vida? ¿Está entregada a Dios o la manejo yo? Revisemos: ¿cómo construyo mi comunidad, mi grupo, la Parroquia? ¿O ando errante por mi propio camino, soy católico a mi manera? ¿Cuál es mi conciencia de entrega en la participación eucarística? ¿Cuál es mi identificación efectiva con mi grupo y la Iglesia través de mi participación positiva, mi disponibilidad al servicio y mi aporte económico? ¿En qué tiendo a vivir convencionalmente la fe y me justifico diciendo que soy adulto? ¿En qué me he instalado en la vida y me he adueñado de mi familia? ¿Qué entregas debo hacer al pie de la Cruz?...
Meditemos y resolvamos ahora, en Semana Santa para morir a nosotros y resucitar a Él.
Fuente: Mopal
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CON JESÚS EN MI VIDA

martes, 30 de marzo de 2010

Manifiesto: la muerte de Jesús es la muerte del amor

Morir..Muere el día, muere la luz. Muere la semilla y el agua filtrada en la tierra.Y muere también el hombre....Hoy se llama JESÚS. Es el hijo de María. Es el hijo del hombre. Está cercado por la noche. ¡Y la noche cobró su precio! Es el hombre aplastado por su propia tragedia. El hombre honesto que no tiene mas que dos alternativas: Morir o claudicar:  Morir triturado por una sociedad que no tolera la juisticia ni la libertad, ni la lealtad.
Luz y tinieblas: Síntesis de la Existencia humana. La luz es sincera, es abnegada; es valiente. Las tinieblas no dan la cara; tiran por la espalda y huyen. Los poderosos atacan a los débiles, y ésa es su debilidad. Sólo el hombre justo puede decir "Soy yo y yo obro a la luz del día"
Ya nos hemos acostumbrado a la muerte del hombre ¿Qué mas nos dá que sea blanco o negro, de derecha o izquierda, inocente o culpable?
Matamos al hombre...lo matamos con el silencio y la indiferencia...lo matamos de tristeza, de soledad...lo matamos con jubilaciones insuficientes..Lo matamos con promesas, con halagos, con mentira, con denuncias falsas...¡Y nos hemos acostumbrado!
Lo matamos con prepotencia y odio, o lo matamos suavemente, adormeciendo su espíritu para que no piense ni sienta como hombre.
Mata el fusil y mata la propaganda. Y muere el hombre...¿Total?...¡Es un hombre!
¿Qué es la verdad? La verdad del hombre que busca dignidad; la verdad de la mujer que exige igualdad de derechos...La verdad de los niños que esperan nacer con dignidad en su familia. La verdad que los jóvenes intentan encontrar en la primera oportunidad de su vida.
La verdad de los pobres que reclaman pan, justicia y bienestar.
La verdad de las mujeres y de los hombres que quieren vivir y trabajar en paz, sin ningún tipo de violencia.
La verdad de todos los que piensan que no hay valor más importante que la vida de las personas.
He aquí al hombre, simplemente al hombre. No importa su raza o color; no importan sus riquezas ni su credo ni su partido político. Es un hombre...
Es un hombre débil, es un alfabeto. Es un marginado.
Es una mujer violada, maltratada, asesinada.
Es un niño de la calle, sin familia, sin educación, sin horizontes.
Es un niño explotado. Es un enfermo de sida.
Es un débil mental, es un disminuido físico, es un drogadicto, es hijo de nadie...
Es un hombre, es una mujer que no piensa como nosotros; ellos creen que es importante respetar todas las ideas y sensibilidades; se solidarizan con los que sufren; están dispuestos a perdonar. Opinan que la paz supone renunciar a algunas de sus aspiraciones; están convencidos de que sólo conseguiremos la paz si perdemos todos juntos para ganar todos juntos.
¡Qué importa de dónde es, si es un hombre! Qué importa su apellido, sus papeles, sus datos personales...¡Es un hombre!
La autoridad no es un privilegio al servicio del capricho humano. La autoridad es un servicio a la comunidad.
La autoridad debe estar para servir al derecho y a la justicia, sobre todo de los más débiles...
Ahora dudas, Pilato. Ahora tienes miedo de perder tu puesto. Tu conciencia está en juego. Si lo dejas libre, puedes ser acusado ante el César. Si lo matas, te lavarás las manos...
Piensa, Pilato, piensa que es un hombre....Aquel día fué juzgada la corrupción política y religiosa. Aquel día fué ridiculizado el poder de los hombres. Aquel día emergió la podredumbre de una sociedad en las que vale más el dinero, el prestigio, el poder, la ambición...,que el hombre...,creado a imagen y semejanza de Dios.
Aquel día el débil se enfrentó con el poderoso...-y nació el hombre nuevo con otros horizontes, con otras referencias.
Te clavaron en la cruz por decir la verdad, te clavaron en la cruz por pedir la libertad, la justicia y la esperanza para todos, y millones de astillas de cruces cayeron sobre el mundo y ahora, todos, llevamos la astilla de tu cruz, el peso de nuestra cruz.
Eran las tres de la tarde. La hora en que la sangre es derramada por la salvación de todo. La hora en que el cuerpo es entregado: "Si el grano de trigo no muere, no puede dar fruto". Es la hora en que muere un hombre, aplastado por la misma sociedad que un día le vió nacer. No preguntes su nombre...
Quizás agoniza en un hospital, abandonado por todos; quizás en una residencia se extingue como un árbol inútil; quizás acabó destrozado en un accidente de carretera...o sofocado en una mina.
Quizás muere de hambre...quizás de tristeza, quizás de soledad..Quizás muere en el vientre de su madre sin dejarle ver la luz del sol. Quizás muere en un atentado preguntándose por qué, ...porque hay hombres que matan a otros hombres. No preguntes su nombre...
Ha muerto EL hombre. Hemos matado al Amor.
Fuente: Mopal
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CON JESÚS EN MI VIDA

lunes, 29 de marzo de 2010

La entrega de Jesús, el Servidor fiel de Dios Padre

Una vez los discípulos discutían sobre quién de ellos era más importante (Mc 10,42-45 o Mt 20,26-28): “Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".”
Jesús de Nazaret, como buen judío criado por María y José, conocía los llamados poemas del servidor de Yahvé, en el libro de Isaías, y durante su ministerio se da cuenta que preanunciaban lo que debía ocurrir con Él. La profecía del servidor anunciaba el sacrificio redentor del Hijo de Dios hecho hombre. Veamos Mt 12,18-21 que cita a s 42,1-4; contemplemos al Padre Dios mirando a Jesús con amor y diciéndonos esto lleno de esperanza: “Éste es mi Servidor, a quien Yo sostengo, mi elegido, en quien se complace mi alma. Yo he puesto mi Espíritu sobre él para que lleve el derecho a las naciones (para que haga reinar el amor y la justicia). Él no gritará, no levantará la voz ni la hará resonar por las calles. No romperá la caña quebrada ni
apagará la mecha que arde débilmente (cómo Dios conoce bien nuestra fragilidad). Expondrá el derecho con fidelidad; no desfallecerá ni se desalentará hasta implantar el derecho en la Tierra, y las costas lejanas esperarán su Ley (nosotros y todos los que todavía faltan!).”
Dios Padre nos envía a Jesús lleno del Espíritu del Amor con una misión, con un proyecto de justicia y salvación para todos. Más adelante, Jesús mismo sigue el diálogo en Is 49,1-7: “¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos! El Señor me llamó desde el seno materno, desde el vientre de mi madre (María!) pronunció mi nombre. Él hizo de mi boca una espada afilada (la espada de la Palabra), me ocultó a la sombra de su mano; hizo de mí una flecha punzante, me escondió en su aljaba. Él me dijo: "Tú eres mi Servidor, Israel, por ti Yo me glorificaré". Pero yo dije: "En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza" (qué difícil debe ser para el Señor Jesús ver cómo su mensaje y su entrega son ignorados y despreciados) Y ahora, ha hablado el Señor, el (Padre) que me formó desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a Él y se le reúna Israel (el Padre siempre espera a sus hijos alejados, siempre espera reunirnos en su comunidad, en su casa).
Él dice: "Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; (ojo: no todos los que se alejan de Dios viven para contarlo) Yo te destino  ser la luz de las naciones (de todos, no solamente del pueblo judío), para que llegue mi salvación hasta los confines de la Tierra" (Dios quiere salvarnos!). Así habla el Señor, el redentor y el Santo de Israel (así habla Dios Padre), al que es despreciado, al abominado de la gente, al esclavo de los déspotas (a mi Hijo el Servidor): Al verte, los reyes se pondrán de pie, los príncipes se postrarán, a causa del Señor, que es fiel, y del Santo de Israel, que te eligió.”
Dios Padre extiende su invitación de amor a todos los hombres, y a la vez anticipa con dolor que será rechazada, que su Servidor será despreciado, juzgado y torturado. Jesús hace suya la misión del servidor, y va hasta el extremo de las exigencias del amor que inspira su servicio, dando su vida en rescate por una multitud de pecadores. Veamos en Is 50,5-9 por decirlo así cómo Jesús siglos antes nos cuenta su entrega:
“El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían. Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado (que la última palabra la tiene Dios). Está cerca El que me hace justicia: ¿quién me va a procesar? ¡Comparezcamos todos juntos! ¿Quién será mi adversario en el juicio? ¡Que se acerque hasta mí! Sí, el Señor viene en mi ayuda: ¿quién me va a condenar? Todos ellos se gastarán como un vestido, se los comerá la polilla (linda imagen de la corrupción y el sinsentido de la vida).”
¡Cuánta confianza en el Padre! ¡Cuánta esperanza en su justicia y su ayuda! ¡Qué ejemplo para nosotros en nuestras pruebas! Sobresale su paciencia y humildad. Por amor ofrece su vida y realiza por su sufrimiento el Plan de Dios: justificar a los pecadores del mundo. Por este sacrificio el pueblo infiel se puede unir de nuevo a Dios con una Alianza eterna.
El Padre concluye la profecía en Is 52,13-15: “Sí, mi Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande. (lo haré Señor y Rey de cielos y tierra). Así como muchos quedaron horrorizados a causa de él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y su apariencia no era más la de un ser humano, así también Él asombrará a muchas naciones, y ante Él los reyes cerrarán a boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán algo que nunca habían oído.”
Estos son días para entregar nuestra autosuficiencia y omnipotencia y pedir ser humildes y serviciales. Son días para cuestionar los proyectos sin Dios, la vida sin darle el primer lugar a Él...
Fuente: Mopal
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CON JESÚS EN MI VIDA

viernes, 26 de marzo de 2010

Chiara Badano, jóven enamorada de Dios y fiel hasta el fin

Chiara Badano, una joven italiana miembro del Movimiento de los Focolares que murió hace 20 años será beatificada el próximo 25 de setiembre a las 16hs. Así lo anunció el obispo de la diócesis de Acqui, ubicada en la región de Piamonte, norte de Italia, monseñor Pier Giorgio Micchiardi. La ceremonia se realizará en el santuario Divino Amore de Roma. La presidirá monseñor Angelo Amato, prefecto para la causa de la Congregación de los Santos en representación del papa Benedicto XVI.
Luego, en el aula Pablo VI del Vaticano, los jóvenes del Movimiento de los Focolares celebrarán la beatificación de Badano. El domingo 26 de setiembre en la basílica San Pablo extramuros de Roma se realizará una misa de acción de gracias presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado vaticano.
Esperada durante once años por sus padres, Chiara nació en Sassello, en el norte de Italia, el 29 de octubre de 1971. Desde muy pequeña mostraba un profundo amor por Dios. A los nueve años conoció el Movimiento de los Focolares, al participar con sus padres en Roma en el Family Fest, encuentro mundial organizado por esta realidad eclesial, que tendría un impacto decisivo para los tres.
Chiara era sumamente activa en el Movimiento Gen (Generación Nueva), de los Focolares. Le gustaban el deporte, el baile y el canto. A los 16 años decidió consagrarse a Dios. Tenía 17 años cuando un fuerte dolor en la espalda, que sintió durante un partido de tenis, provocó sospechas entre los médicos. Éstpos, tras los primeros exámenes se dieron cuenta de que era cáncer de hueso.
Con el tiempo, se repitieron las hospitalizaciones y los tratamientos se hicieron cada vez más dolorosos. Chiara repetía: "Por ti, Jesús, ¡si tú lo quieres, yo también lo quiero!". Pronto llegaría una de las pruebas más duras: Chiara perdió el uso de las piernas. Sin embargo, a una de sus amigas le confió: "Si tuviera que elegir entre caminar e ir al Paraíso, no tendría dudas, elegiría ir al Paraíso. Ya sólo me interesa eso".
La joven Badano tenía una estrecha relación con Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, que murió en marzo de 2008.
En el verano de 1990, los médicos decidieron interrumpir los tratamientos, pues la enfermedad no tenía marcha atrás. "La medicina ha depuesto las armas”, decía Chiara a la fundadora, el 19 de julio. “Al interrumpir los tratamientos, los dolores en la espalda han aumentado, casi no puedo moverme. Me siento tan pequeña y el camino que hay que recorrer tan duro... Con frecuencia, me da la impresión de que me sofoca el dolor. Es el Esposo que sale a mi encuentro, ¿verdad? Sí yo también repito contigo: 'si Tú lo quieres, yo también lo quiero'... ¡Contigo estoy segura de que junto a Él conquistaremos el mundo!".
Chiara Lubich a vuelta de correo le respondió: "No tengas miedo, Chiara, de decirle 'sí', momento tras momento. Él te dará la fuerza, ten la certeza. Yo también rezo por ello y siempre estoy contigo. Dios te ama intensamente y quiere penetrar en la intimidad de tu alma y hacer que experimentes gotas de cielo. 'Chiara Luz' es el nombre que he pensado para ti. ¿Te gusta? Es la luz del Ideal que conquista el mundo. Te lo mando con todo mi afecto...".
Chiara falleció el 7 de octubre de 1990. Durante su enfermedad quiso preparar ella misma su funeral: los cantos, las flores, el peinado, el vestido -blanco, de bodas-... Las últimas palabras que le dirigió a su madre fueron: "¡Sé feliz, yo lo soy!". Su padre le preguntó si quería donar las córneas de los ojos, y ella respondió con una sonrisa de aprobación. Unas 2.000 personas asistieron al funeral.
En 1999 se inició su proceso de beatificación. El decreto sobre el milagro aprobado para su beatificación fue promulgado el pasado 19 de diciembre, por la Congregación de la Causa de los Santos. Se trata de la curación imprevista de un niño de Trieste, afectado por una grave forma de meningitis fulminante. Los médicos le habían dado 48 horas de vida.
El obispo de Acqui aseguró que el testimonio de Chiara Badano “es significativo en particular para los jóvenes. Se necesita la santidad también hoy”, dijo. “Es necesario ayudar a los jóvenes a encontrar una orientación, un objetivo, a superar las inseguridades y la soledad, los enigmas frente a los fracasos, el dolor, la muerte y todas las inquietudes”. “Es sorprendente – agregó monseñor Micchiardi – este testimonio de fe, de fortaleza de parte de una joven de hoy. Conmueve, determina a muchas personas a cambiar de vida, que tienen un testimonio casi diario”, concluyó.
Fuente. Zenit.org
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CON JESÚS EN MI VIDA

martes, 23 de marzo de 2010

El Hombre a quien Dios quiso llamar Padre

Oración a San José
"San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, Tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber, Tu mantuviste a la Sagrada Familia con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que recurren confiadamente a ti. Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas. Se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges. Tu también conociste pruebas, cansancio y trabajos. Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría por el íntimo trato que has tenido con el Hijo de Dios, el cual te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre. Amén".
Beato Juan XXIII
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lunes, 22 de marzo de 2010

Semana del niño por nacer en San Juan

Del 22 al 27 de marzo se llevarán a cabo distintas actividades en el marco de la Semana del Niño por nacer que organiza la Red VIDA San Juan. A continuación el cronograma de toda la semana:
Lunes 22 Rosario del Niño por Nacer a las 19 hs. en plaza 25 de Mayo
Martes 23 Conferencia "El derecho y la protección de la vida de los niñós por nacer" Dr. Siro de Martini en el salón de UPCN, Sarmiento antes de avenida Córdoba
Jueves 25 Misa y bendición de embarazadas en la Iglesia Catedral a las 20 hs.
Viernes 26 Marcha para celebrar de los Niños por Nacer, de plaza Aberastain a plaza 25 de Mayo a las 18:30 hs
Sábado 27 Conferencia "De Malthus a Kissinger ¿una conjura contra la vida?" Dra. Chinda Brandolino en Casa España, frente a plaza 25 de Mayo a las 10 hs.
A todas las actividades se pueden llevar ropa, pañales, leche, etc para donar a niños necesitados.
Para mayores informes: redvidasanjuan@gmail.com 4293118
El 25 de marzo se celebra el Día del Niño por nacer porque faltan exactamente 9 meses para el 25 de diciembre, día del nacimiento de Jesús.
Fuente MFC San Juan
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viernes, 19 de marzo de 2010

19 de marzo: día de San José, Padre de la Familia Cristiana

José de Nazaret (heb.יוֹסֵף) fue, según la religión cristiana, el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret y, por tanto, padre adoptivo de Jesús (padre putativo, o pater putativus según el léxico tradicional).[1] Era de oficio carpintero, profesión que enseñó a su Hijo y de extracción humilde, aunque las genealogías de Mateo 1:1-17 y Lucas 3:23-38, lo hacen descendiente del Rey David. Se ignora la fecha de su muerte (tradicionalmente, se acepta que murió cuando Jesucristo tenía más de 12 años), pero no está presente en el relato evangélico de la predicación de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que esta tuviera lugar.
El evangelio de Mateo 1:18-24 parte del drama que vivió al saber que María estaba embarazada. Iba a repudiarla, en secreto porque era justo, la amaba y no quería que fuera apedreada según lo dispuesto en la Ley (Deuteronomio 22:21). El Ángel del Señor le manifiesta que ella concibió por obra del Espíritu Santo y que su hijo salvará a su pueblo, por lo que José acepta a María.
Luego cuando Herodes ordena matar a los bebés de Belén, para salvar al Niño Jesús, se desplaza con su familia hasta Egipto. Al morir Herodes regresa, pero no se establece en Judea por miedo a Arquelao, el hijo de Herodes y decide esconder a la familia en Nazaret (Mateo 2:13-23), lugar que según recientes descubrimientos arqueológicos era entonces una pequeña aldea con casas muy humildes adyacentes a cuevas rocosas y donde antes vivía María, según Lucas 1:26-32
Según la tradición José nació en Belén 19 años antes que Jesús. Los padres de José eran Santiago y Santa Juana. Santiago (cuyo nombre original es Jacob) era natural de Belén. Sus padres eran Mathan y Estha y comparte genealogía con San Mateo. Santa Juana (cuyo nombre original es Abdit), llamada por algunos Abigail, era de Belén. Sus padres eran Eleazar y Abdit.
Además, José tenía un primo hermano, de nombre Cleofás, que fue padre de Santiago el Menor, José Barsabas, Simón El Celote, Judas Tadeo, Lidia y Lisia (todo ellos fueron conocidos como hermanos de Jesús , aunque en realidad eran sus primos segundos).
José muere poco antes de que Jesús iniciara su vida pública. Muchos teólogos sostienen que José subió al cielo en cuerpo y alma ; incluso, algunos sostienen que José fue inmaculado desde su concepción. La Josefología está en constante evolución.
Por la fidelidad a su esposa, con la que según la Iglesia Católica no consumó el matrimonio, debido a que María estaba profundamente entregada al amor de su padre divino (aún siendo verdadero esposo virginal), San José recibió el don divino de la paternidad, de ahí su dignidad y santidad. San José fue declarado patrono de la familia. El Papa Pío IX lo proclamó patrono de la Iglesia universal en 1870. Debido a su trabajo de carpintero es considerado patrono del trabajo, especialmente de los obreros. La Iglesia Católica lo ha declarado también protector contra la duda y en 1920 el Papa Benedicto XV lo declaró además patrono contra el comunismo y la relajación moral. En 1989 el papa Juan Pablo II le dedicó una exhortación apostólica: "Redemptoris Custos". Ha sido proclamado patrono de América, China, Canadá, Corea, México, Austria, Bélgica, Bohemia, Croacia, Perú,Vietnam.
Oración
"A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra Santísima esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades.
Proteged, prudentísimo custodio de la Sagrada Familia, al linaje escogido de Jesucristo; preservadnos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción; sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, oh, poderosísimo Protector nuestro! en el combate que al presente libramos con el poder de las tinieblas, y del mismo modo que en otra ocasión librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios de las asechanzas del enemigo y de toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros, con vuestro perpetuo patrocinio, a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos y sostenidos con vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente, y obtener la felicidad eterna del cielo. Amén".
Las Oblatos de San José (en latín: Congregatio Oblatorum S. Ioseph, Astae Pompejae, OSI) constituyen un instituto de vida consagrada masculino católico fundado por san José Marello Vialle el 14 de marzo de 1878 en Asti, Italia.
El propósito del fundador fue constituir una comunidad de verdaderos discípulos de Jesucristo, donde se viviera el mandamiento de la caridad con un estilo de vida fraternal a imitación de la Sagrada Familia y donde sus miembros se inspiraran en San José, el primero que cuidó los intereses de Jesús.
En 1909 la Iglesia aprobó la Congregación Oblatos de San José. Está conformada por hermanos religiosos y sacerdotes. Los hermanos se dedican a las obras de apostolado propias de la Congregación, según las disposiciones y aptitudes de cada uno. Los sacerdotes, en cambio, realizan su ministerio pastoral en las parroquias. Ellos predican, catequizan, dirigen espiritualmente y celebran acciones litúrgicas.
El principal trabajo apostólico común es la educación moral y religiosa de los jóvenes. Asimismo, ellos se dedican a las misiones y al servicio del clero diocesano.
El Superior General es el reverendo padre Miguel Píscopo D'Ambrosio, quien ha recibido el encargo hasta el año 2011.
Los Oblatos están prontos a ir a tierras donde existen urgencias de evangelización. Los hijos de San José Marello se encuentran actualmente en Italia, Filipinas, Brasil, Pennsylvania, California, Perú, Bolivia, India, Polonia, Nigeria y Rumania.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Obsipos se reunirán con autoridades de los tres poderes del Estado

Tras los correspondientes pedidos de audiencia que recibieron, los tres poderes del Estado recibirán la visita de los obispos miembros de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina. Encabezados por su presidente, el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, concurrirán los vicepresidentes, monseñor Luis Héctor Villalba, arzobispo de Tucumán, y monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz. No estará el secretario general, monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires, por hallarse ausente en el exterior. Acompañará a los obispos el vocero del episcopado, presbítero Jorge Oesterheld.
Hoy, a las 18, los obispos serán recibidos en el Palacio de los Tribunales de Justicia por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Mañana, a las 19, en la Casa Rosada, los prelados serán recibidos por la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, mientras que a las 20.30 visitarán al Vicepresidente y presidente del Senado, Julio Cobos.
Como es de público conocimiento, la semana pasada los obispos mediante una declaración pública pidieron al Gobierno y a la oposición “superar el estado de confrontación permanente” y manifestaron su preocupación por la baja calidad institucional del país, que “produce un alto costo social”.
Según el padre Oesterheld, la intención de los obispos es "llevar personalmente el texto de la declaración y transmitir la preocupación de la Iglesia por la deficiente calidad institucional, que afecta las condiciones de vida de la gente, especialmente de los más pobres".
Fuente: AICA
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martes, 16 de marzo de 2010

La oración: garantía de satisfacción en la vida matrimonial

"Hace poco charlaba con un joven que estaba molesto por la súbita ruptura que acababa de experimentar con su novia. Ella le había dado un ultimátum: quería una propuesta de matrimonio, o se terminaba. Las lágrimas en sus ojos me dijeron lo que había elegido.
A medida que seguimos hablando, confesó que, aunque amaba mucho a esta chica, el matrimonio le daba un miedo mortal. Había crecido viendo morir el matrimonio de sus padres, una muerte larga y dolorosa que finalmente terminó en divorcio, y estaba aterrorizado de que le ocurriera lo mismo. Temblando, dijo: "le dije a mi novia, que antes de que pudiera casarme con ella iba a necesitar una garantía de que esto no nos ocurriría a nosotros".
"Desgraciadamente para él, no hay garantías en el matrimonio. Al menos eso es lo que yo pensaba. Entonces, un día en el auto, escuchando una transmisión de Vida Familiar Hoy, el pastor Will Davis, Jr. (autor de “Ore mucho por su matrimonio”), dijo algo que cambió mi forma de pensar: "el 1% de los matrimonios que oran juntos fracasa. ¡Eso significa que el 99% tiene éxito!."
En un mundo donde la tasa de divorcio se acerca al 60% (incluyendo los matrimonios cristianos), esto realmente me apasiona. ¿Se imaginan tener una garantía del 99% de que su matrimonio no fallará?"
"Aunque muchos podrían burlarse de esta estadística increíble, mi experiencia me dice que es verdad. He estado casada por 35 años, pero a los 10 años de matrimonio mi esposo y yo nos separamos durante 5 años. La diferencia entre los primeros 15 años y los últimos 20 años ha sido tener a Dios en el centro de nuestro matrimonio. Recuerdo que justo después de reconciliarnos con mi esposo, le compré como regalo un libro devocional para parejas. Ese libro estuvo en nuestra mesa de café por un año antes de que ealmente lo abrimos y empezamos a usarlo. Pero una vez que empezamos, no podíamos parar. Cada mañana leíamos el breve resumen, hablábamos un poco de él, y luego orábamos juntos. Es difícil de explicar, pero el efecto que tuvo en nuestra relación fue nada menos que increíble."
"A decir verdad, no pude darme cuenta si él estaba cambiando, o si yo estaba cambiando, pero estaba segura de que nuestro matrimonio estaba cambiando. Y fue un cambio bueno... muy bueno. Después de un tiempo ambos empezamos a notar que la vida era diferente, y no en el buen sentido, si salteábamos un día. Incluso hacíamos bromas al respecto, diciendo a nuestros amigos que, si hubiéramos dejado nuestra devoción y la oración común, aquel día acabaría en un escándalo. Lo no tan divertido es.... que era cierto.
En la casa donde crecí había una placa en la pared que decía: "La familia que reza unida, permanece unida." Siempre pensé que era una rima tonta, y realmente odiaba cuando mi papá nos llamaba a todos al living para el tiempo de oración en familia. Después de todo, como adolescente pasaban cosas mucho más importantes en mi vida, y lo consideraba una gran pérdida de tiempo. Supongo que mi padre sabía algo que yo no, y que me tomó tantos años aprenderlo."
Hoy ya hace muchos años que mi esposo y yo comenzamos a orar juntos, y el libro devocional que usamos para empezar, “Moments Together for Couples” (por Dennis y Barbara Rainey), se ve bastante ajado y con los bordes rotos. Pero no quiero una copia nueva. Ese libro es muy especial para nosotros, y su aspecto representa la batalla en la que hemos estado al luchar por nuestro matrimonio. Hoy, más que nunca, estamos en una lucha por la familia. Creo que Satanás tiene una misión especial contra las familias, y con la alta tasa de divorcios, parece estar ganando. Lamentablemente, como cristianos, no nos está yendo mucho mejor que el resto del mundo, y aquí está la razón: las estadísticas muestran que menos del 3% de los matrimonios cristianos oran juntos. Y eso tiene que cambiar. Así que... para todos ustedes en pareja, les tengo un desafío. Pónganse de acuerdo con su cónyuge para orar juntos, todos los días, durante los próximos 30 días. Cambiará su vida, ¡garantizado!"
Por Linda Strickland
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CON JESÚS EN MI VIDA

lunes, 15 de marzo de 2010

"Dones son tareas...."

La Patria es un don, la Nación una tarea
Declaración de la 155º Comisión Permanente del la Conferencia Episcopal Argentina
1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.
2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social1" . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.
3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios”2 . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.
4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.
5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre”3 . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.
155º Comisión Permanente
Buenos Aires, marzo de 2010
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CON JESÚS EN MI VIDA

miércoles, 10 de marzo de 2010

María: "ten confianza en mi, yo te salvaré"

En aquel tiempo los españoles asediaban Fonterrabia, ocupada por los franceses. En su codicia los ocupantes se lanzan al pillaje. Un día João Cidade Duarte hace entrar en razón a su capitán que maltrataba a
una joven. Este acto de valentía le trajo enseguida muchas molestias.
El capitán para vengarse le encarga las tareas más humillantes y peligrosas. Un día João es enviado en misión de reconocimiento en un caballo sin montura y sin riendas.... Cabalgaba cerca de la frontera francesa cuando de repente oye una señal de trompeta, el caballo sale al galope, se cabrea y lo lanza contra una roca. João, muy adolorido, no consigue levantarse.
En medio de su sufrimiento invoca a quien desde niño había pedido ayuda y consuelo, la santa Virgen María. "Reina del Cielo, no me dejes caer en manos del enemigo." Y al instante, se desmayó. Cuando vuelve en sí, ve a su lado a una joven que le habla con compasión. Vestida de Pastora, con su cayado en la mano, ella se inclina y le ofrece de beber. La joven le tiende la mano y él le da la suya, aún dudoso. Apoyado en ella da algunos pasos, titubeaba como un hombre ebrio. Pero luego siente una fuerza maravillosa y sale de su debilidad. La pastora lo conduce hacia un camino y lo deja solo. João está persuadido que esa pastora no podía ser otra que la Virgen María o un ángel enviado por Ella.
Otro día, después de la toma de un rico botín, el capitán encarga a João guardar el tesoro y sobre todo un cofre lleno de joyas. Al día siguiente se da cuenta que la caja de las joyas falta, João interroga a los centinelas. Nadie sabe nada. El capitán era la única persona que había entrado en la tienda de campaña. El capitán condena a João a la pena de muerte por la horca, conforme al código militar. João, con las manos y los pies liados, pasa la noche sin dormir. Su amigo Alfonso Ferrus se desliza bajo la tienda para soltarlo. João rehúsa. Abandonado a sí mismo, tiene un sueño extraordinario. Vuelve a ver a la pastora francesa que se transforma en la Reina del Cielo que le dice: "Ten confianza en mí, yo te salvaré." João se despierta, reza el Ave María con fervor y se siente reconfortado. Marcha al suplicio con paso firme. Le promete a la Santa Virgen renunciar a las armas, si Ella lo salva de la horca. Ni un instante duda de la ayuda de María. Se declara inocente y agrega: "Yo confío todavía en la ayuda de la Santa Virgen."
Los tambores redoblan por segunda vez, João ya tiene la cuerda al cuello cuando un jinete llega corriendo desbocado, es el coronel Ribera, revoca la orden de ejecución, quiere ser juez en este asunto. Mientras tanto, Alfonso Ferrus aparece de pronto con el cofre de las joyas, descubiertas en la tienda del capitán. Éste será condenado y ejecutado.
María fue fiel a su promesa. João también mantiene su palabra. Renuncia a las armas y va en busca de la voluntad de Dios. Llegará a ser el gran san Juan de Dios (1495-1550), fundador de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
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miércoles, 3 de marzo de 2010

Distintos niveles para acercarnos a Dios

Cristo es la plena expresión del Padre. Jesús, la humanidad de Cristo, es la plena manifestación de todo lo que el Padre es, hasta el grado en que esto puede ser expresado en la naturaleza humana. Jesús es el símbolo viviente del amor y la misericordia de Dios, y la increíble ternura hacia sus criaturas. Él es asimismo la manera en que Dios nos comunica la vida divina. Las acciones que Cristo realizó en su vida terrestre expresan sus disposiciones interiores, y ninguna más completamente que Su pasión, muerte y resurrección, hacia la cual la totalidad de su vida se orientó. Conociendo al histórico Jesús, escuchando Su Palabra en el Evangelio y en los acontecimientos de Su vida, aprendemos poco a poco, a interiorizar sus enseñanzas y sus acciones y comenzar a entenderlas. Esto es lo que podemos llamar ‘escucha profunda’.
Pero como María de Betania a los pies de Jesús, no es suficiente solamente escuchar Sus palabras con nuestros oídos y reflexionar en ellas por nuestra razón. Este es sólo un preliminar esencial para familiarizarnos con Él, como nos familiarizarnos con cualquier nuevo amigo. Si estamos verdaderamente interesados en hacer que esta amistad crezca, nosotros descubriremos todo lo que podamos acerca de Él; pasaremos tiempo en oración, y pondremos Su enseñanza en práctica. A medida que reflexionamos en la Palabra de Dios y la Humanidad de Jesús, comenzamos a escuchar con los oídos de nuestro corazón. Así como podemos conversar con alguien al nivel de palabras, así podemos estar en comunión con alguien en el nivel de silencio. Si somos muy cercanos familiarmente, lo podemos hacer precisamente sentándonos juntos y comunicándonos sin palabras. Cada uno que tiene un amigo cercano conoce esta experiencia.
Pero existe aún un nivel más profundo de conversación que la comunión, y este es la unidad. Es a este nivel que la Palabra de Dios está finalmente dirigida. Esta es la capacidad de escuchar con todo nuestro ser. La respuesta total a Cristo sólo es posible cuando escuchamos Su palabra en cada nivel de nuestro ser, incluido el más profundo nivel, el cual es ese silencio interior. Es a este nivel que Su Palabra es más poderosa y más creativa; la acción que emerge de ese silencio es efectiva. (De: “El Corazón del Mundo”)
Oración
Oh Espíritu Santo, bajo Tu segura guía, ayúdanos a escuchar las palabras de la Escritura que Tú has inspirado y a penetrar su significado a niveles de conocimiento y respuesta aún más profundos.
Fuente: “Peregrinaje hacia El Centro Un pasaje Cuaresmal"
Fr. Thomas Keating
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CON JESÚS EN MI VIDA 

martes, 2 de marzo de 2010

Reina de la tv norteamericana con jóvenes religiosas

Con el título "Manteniendo la fe", el popular show de televisión estadounidense de Ophra Winfrey -conocida como la 'reina' de la televisión en los Estados Unidos, y cuyo programa lleva al aire más de 20 años- mostró el pasado 9 de febrero, cómo muchas jóvenes de hoy se inclinan por la vida religiosa y encuentran la  felicidad en esta opción de vida.
Su corresponsal, Lisa Ling, visitó a la Comunidad de Hermanas Dominicas de María, cuyo convento se encuentra cerca de la ciudad de Detroit en los Estados Unidos. La periodista vivió un día con las hermanas, cuya edad promedio está alrededor de los 26 años, y dialogó con ellas.
Algunas contaron qué hacían antes de entrar en el convento, como la Hermana Miriam, postulante de 28 años, quien "tenía un buen trabajo, una buena carrera", y se dio cuenta que al final de su vida ni el dinero, ni una carrera "es lo que realmente importa". O la Hermana Annunciata, novicia de 32 años, quien antes de ingresar a la Comunidad de las Dominicas de María, estuvo a punto de casarse, pero notó que no estaba llamada al matrimonio, ya que "había algo en mi corazón que, pese a tener un novio, no me satisfacía", señaló la novicia a Ling.
La corresponsal también conversó con la Madre Asunta, una de las fundadoras del convento, quien decidió entregar su vida al servicio de Dios desde que tenía 17 años. Ante la pregunta de si no hubiese querido formar una familia, la religiosa le respondió a Ling que nunca ha sentido que se perdió de vivir la experiencia de tener hijos y que, aunque cree "que toda mujer está llamada a ser madre, físicamente hablando", sintió que Dios la llamaba a esto y lo que quiso fue ser "una madre espiritual".
Algunas de las religiosas también fueron entrevistadas en el estudio por Ophra. Una de ellas fue sor María Samuel, quien le aseguró a la presentadora que desde que está funcionando su comunidad, hace 13 años, ha notado mayor interés de jóvenes que quieren servir a Dios más que a sí mismas. "Nuestra cultura es, sin duda, muy difícil para vivir, porque es muy secular, muy materialista", aseguró la religiosa. También dijo que pese a esto, "Dios sigue llamando y permite que nuestra vida sea un camino hacia Él (...) un viaje más íntimo que nos libera de las cosas materiales, por medio de los votos de pobreza, castidad y obediencia", continuó sor María. La hermana también dijo que al seguir la voluntad de Dios, se encuentra la felicidad: "Todo el mundo tiene que hacer la voluntad de Dios, cuando la seguimos, somos más felices". Al respecto, asimismo, dijo que es importante luchar, porque muchas veces "nos gusta hacer nuestra propia voluntad", y que, quienes han optado por la vida religiosa, tienen el privilegio de gozar de un tiempo de silencio y de oración para acercarse más a Dios.
Otra de las hermanas entrevistadas por Ophra fue Mary Judith, de 26 años y quien entró a la comunidad a los 21. La religiosa dijo, en el popular show, que luego de estar "en un punto crítico de su vida", y de verse cara a cara con las drogas y la muerte, luego de que un amigo cercano fuera asesinado, quiso "encontrar una dirección" y se acercó a Dios, quien, como ella asegura, "me dejó muy claro que si quería ser feliz, tenía que darle toda mi vida a Él".
El Show de Ophra es uno de los programas de televisión más vistos, y de los más influyentes dentro de los Estados Unidos. Según datos suministrados por la página web oficial de la presentadora, su espacio es visto por cerca de 42 millones de personas.
Fuente: Gaudium Press
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CON JESÚS EN MI VIDA

lunes, 1 de marzo de 2010

Gesto cuaresmal solidario 2010

“Y porque somos sus colaboradores, los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios”. ( 2 Cor 6,2)
Una de las cosas más desgastantes que nos puede suceder es caer en las garras del acostumbramiento. Tanto a lo bueno como a lo malo. Cuando el esposo o la esposa se acostumbra al cariño y a la familia, entonces se deja de valorar, de dar gracias y de cuidar delicadamente lo que se tiene. Cuando nos acostumbramos al regalo de la fe, la vida cristiana se hace rutina, repetición, no da sentido a la vida, deja de ser fermento. El acostumbramiento es un freno, un callo que aprisiona al corazón, vamos “tirando” y perdemos la capacidad de “mirar bien” y dar respuesta.
¡Estamos en riesgo!. Como sociedad poco a poco nos hemos acostumbrado a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de cada día; y lo que aún es peor, también nos acostumbramos a tocarla y a sentirla a nuestro alrededor sin que nos produzca nada o, a lo sumo, un comentario superficial y descomprometido. La llaga está en la calle, en el barrio, en nuestra casa, sin embargo, como ciegos y sordos convivimos con la violencia que mata, destruye familias y barrios, aviva guerras y conflictos en tantos lugares, y la miramos como una película más. El sufrimiento de tantos inocentes y pacíficos dejó de cachetearnos, el desprecio a los derechos de las personas y de los pueblos, la pobreza y la miseria, el imperio de la corrupción, de la droga asesina, de la prostitución obligada e infantil pasaron a ser moneda corriente, y pagamos sin pedir recibo aunque tarde o temprano se nos va a pasar la factura.
Todas estas realidades, y muchas más, no son mudas, nos gritan a cada uno de nosotros y nos hablan de nuestra limitación, de nuestra debilidad, de nuestro pecado… a pesar de que “nos hayamos acostumbrado”.
El acostumbramiento nos dice seductoramente que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que sin embargo sobrevivimos. Por el acostumbramiento, dejamos de resistirnos permitiendo que las cosas “sean lo que son”, o lo que algunos han decidido que “sean”.
La Cuaresma, providencialmente, viene a despabilarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, en nuestro andar por inercia. Las palabras de Joel son una clara invitación: vuelvan a Dios. ¿Por qué? Porque algo no va bien en nosotros mismos, en la sociedad o en la Iglesia , y necesitamos cambiar, dar un viraje, convertirnos. Sí es posible algo nuevo, sencillamente porque nuestro Dios fiel sigue siendo rico en bondad y misericordia y está siempre dispuesto a perdonar y empezar de nuevo.
Somos invitados a emprender un camino cuaresmal, un camino que incluye la cruz y la renuncia, camino de penitencia real y no superficial, de un ayuno de corazón y no por la ocasión - “Desgarren su corazón y no sus vestiduras” - (Joel 2, 12)
Un camino en el cual, desafiando el acostumbramiento abramos bien los ojos y los oídos, pero sobre todo el corazón para dejarnos “descolocar” por lo que sucede a nuestro alrededor. Cuando miramos con hondura y no nos damos respuestas prearmadas, la vida de nuestros hermanos con sus angustias y esperanzas nos va descolocando y nos pone en un lugar distinto no exento de riesgos. Pero sólo así, ahí, cuando su sufrimiento nos toque hiriéndonos y el sentimiento de impotencia se haga más profundo y nos duela, encontraremos nuestro camino real hacia la pascua. – “A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos justificados por él”- (2 Cor 5,21)
Sólo como un signo de lo que debe ser nuestra actitud vital de discípulos a lo largo de todo el año se inscribe el gesto Solidario de Cuaresma que realizamos en la Arquidiócesis desde hace varios años. Entrenar el corazón para no mutilar nuestra capacidad de asombro y de dolor; para que la realidad no nos sea indiferente y podamos con gestos concretos experimentar que no “hemos recibido en vano la gracia de Dios”.
Así como lo dije en la Misa por las víctimas del terremoto en Haití, le pedimos a la Virgen que se meta en nuestro corazón, nos señale tantos dolores y nos empuje a hacer oración, penitencia, limosna, despojo de algo que nos guste o que tengamos en favor de Jesús en los demás.
Y recemos unos por otros para que el ejercicio del amor al prójimo nos haga crecer en el amor a Dios, a quien buscamos desde nuestro corazón, a quien adoramos y con quien queremos encontrarnos.
Afectuosamente.
Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j.
Arzobispo de Buenos Aires
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