viernes, 20 de noviembre de 2009

Mariápolis, ciudad de Focolares

La idea de construir una ciudadela que refleje el propio pensamiento ha sido a menudo el sueño de quien dio vida a nuevas corrientes filosóficas, ideológicas o espirituales. También así para Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares. 
En los años 50, personas del Movimiento que estaba naciendo, de distintas edades y categorías, se reunían por un breve período para profundizar el nuevo estilo de vida. Se formaba entre ellos una "ciudadela" temporánea, la Mariápolis, y Chiara intuyó que esa experiencia original llegaría a ser permanente.
En total, son 33 ciudadelas en los 5 continentes.
Gracias al esfuerzo de los miembros del Movimiento de los Focolares en Argentina surgió en 1968, en la provincia de Buenos Aires, en un amplio terreno donado por los Padres Capuchinos, cerca de la localidad de O'Higgins en la pampa 'húmeda' (a 250 Km. de Buenos Aires), una ciudadela: la "Mariápolis Lía".
La ciudadela quiere ser testimonio de una sociedad renovada, de una sociedad que pone en el hombre en su lugar, donde la caridad y la justicia reinan entre los habitantes que se sienten hermanos, donde todo circula como fruto de una comunión de bienes y donde los talentos, las culturas, las clases sociales se integran como un don reciproco de unos hacia otros.
Llegan a ella anualmente jóvenes y adultos, también familias, para formarse - con cursos anuales o bienales - espiritualmente y moralmente, en el campo social y del trabajo, para contribuir en la construcción de una sociedad basada en los valores profundamente humanos que ofrece el cristianismo.

Actualmente, Mariápolis Lía está habitada por 220 personas que provienen de Argentina, de Latinoamérica y en los últimos años también jóvenes de naciones europeas (Austria, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Escocia, Holanda, Bélgica, España, Portugal).
Son estudiantes, profesionales, artesanos, obreros, artistas, jóvenes, familias, religiosos, sacerdotes, cristianos de distintas iglesias, fieles de otras religiones e incluso personas que sin una referencia a lo religioso creen en los valores universales.
No obstante la pobreza de medios, con el esfuerzo y la laboriosidad de los miembros del Movimiento de los Focolares y la ayuda de Entes internacionales, se han construido casas para los responsables de los Centros y de los cursos y para recibir a los participantes de las escuelas, como asimismo las aulas para las clases y los lugares de trabajo de las pequeñas industrias donde todos trabajan para mantenerse.
Editado por Antonio
Administrador del blog
CON JESÚS EN MI VIDA

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